Parte de Guerra- Día 6
La mamá
humana parece dispuesta a adoptar al apestoso (bueno, debo reconocer que ahora
que puede lavarse porque ya no tiene ese poncho horrible, no apesta tanto).
Por suerte
usa las piedritas, parece un bebé al que hay que enseñarle todo. Eso sí,
hacerse el buenito y comprar a la mamá humana le sale bárbaro.
Cuando sale
de mi habitación, entro corriendo a verificar que esté todo como debe estar...
Y obviamente, no lo está. El bicho anduvo saltando por todos lados, jugando con
MIS juguetes y MIS papelitos, está todo lleno de esos pelos negros y largos que
tiene... un horror. Así que tengo que encargarme de volver a arañar los muebles,
comer de su comida, tomar de su agua y usar sus piedritas, para que sepa que
sólo es un usurpador, un ocupa.
La Capitana
Kitty se enoja y le gruñe, pero creo que ha optado por ignorarlo la mayor parte
del tiempo. Yo lo intento, pero la indignación me gana. Además, el caradura me
habla con ese acento loco...
-Seamos
amigos, ven, juguemos, egues bella
¿”Egues
bella”? ¿Qué le pasa? ¡Es un insolente! Y cuanto más le gruño, más me habla...
La mamá
humana me lleva en su hombro y me deja dormir sobre ella en la cama, mientras
el bicho (dice que se llama “Balou”) se acuesta a los pies y poquito a poco se
va acercando hasta terminar en la cintura. Más cerca no lo dejo llegar, le
salto encima y la mamá humana tiene que separarnos. Pero como no es agresivo,
no saco las uñas para pegarle, sólo lo cacheteo un poco para que recuerde que
yo llegué primero.
Quizás
podría jugar un poco con él, la Capitana no quiere jugar nunca. Pero no, no
debo claudicar.... “Egues bella”... ¡jijiji! ¡Qué gracioso que habla!
Caba
Primera Pili, comando de extradición del intruso
Entrada siguiente: Diaguio de la Guesistans - Día 9
Entrada anterior: Diálogos nocturnos en casa de Greis
Entrada siguiente: Diaguio de la Guesistans - Día 9
Entrada anterior: Diálogos nocturnos en casa de Greis
No hay comentarios:
Publicar un comentario