lunes, 27 de octubre de 2014

Cómo conocí a mi humana - Hoy: Pili

     Algo conté en mi parte de guerra del día 46, éramos muy chiquititos mi hermano y yo cuando nos dejaron sobre el pilar de la casa de la Mamá Humana. Nos quedamos calladitos hasta que la vimos, porque el perro negro estaba ahí y en cuanto notó nuestra presencia vino corriendo a comernos. ¡Menos mal que la mamá humana nos rescató! Le costó bastante porque ella venía con su bolsa y su cartera, tenía que atajar al perrote y evitar que nosotros saliéramos corriendo de entre sus manos, pero finalmente lo logró y entramos sanos y salvos a la casa.
     
      Nos tuvo unos cuantos días encerrados en el estudio, nos dio leche y comidita rica, pero no nos dejaba salir para que la Capitana no nos pegue. Todavía teníamos los ojos celestes, éramos unos bebés.La mamá humana pensó que éramos dos gatitas, no se le notaba a Hiro que era varón y nos bautizó "Pili" y "Mili".  Pronto adquirimos confianza con ella, la llamábamos cuando la escuchábamos entrar y cuando la mamá humana estaba en casa, la Capitana sólo rezongaba. Nos subíamos encima de ella (¡de la mamá humana, no de la Capitana!) y ronrroneábamos mucho. A mí me gusta amasarle el cuello, Hiro (ex Mili) le chupaba la mano como si fuera la teta de nuestra mamá gata.

    Nos sacó fotos y las puso en la caja mágica donde hay gatos y perros y gente que se mueve, y así Hiro conoció a la que hoy es su familia. La mamá humana lo llevó un día y desde entonces nos comunicamos por internet. Pero el tiempo pasaba y nadie podía adoptarme, así que me quedé aquí. La Capitana no quedó muy contenta, pero aquí manda la mamá humana y ella decidió que yo me quedaba. Y listo. 

    



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lunes, 20 de octubre de 2014

Cómo conocí a mi humana - Hoy: Pinina


     Era una mañana de lluvia, hace casi un año. Un perro más grande que yo venía siguiéndome y molestándome, no sabía cómo sacármelo de encima cuando la vi. La Humana estaba parada bajo un techito, esperando una de esas cajas con ruedas que los llevan y los traen como si no tuvieran  patas para moverse. Tenía muchas cosas en la mano: una bolsa, su cartera, el techito portatil... pero olía a perro y a gato. Ella me podría ayudar.

     Sin pensarlo, apoye mis patas delanteras en su pierna y la miré. Y me miró. Suspiró, me levantó como pudo entre el techito, la cartera y la bolsa, y me llevó a su casa. 
Allí ya vivían Tobi y la señora Kitty. La humana pensó que yo estaba sexy e intentó encerrarme, pero salté por la valla y el que terminó encerrado ese día fue el pobre Honorable Tobías Hermenegildo.

      Yo tenía puesto un collar con unos números. la humana lo vio y habló por el aparato que usan ellos para comunicarse con otros humanos que están lejos. La atendió Cynthia y ahí se enteró de mi historia: Cyhthia me encontró en la calle, me llevó a operar la sexycitud y cuando estuve bien me dio en adopción a una familia con una nena, cerca de la casa de esta humana que me había encontrado. Llamaron a esa familia y preguntaron cómo estaba la perrita y les dijeron que muy bien, que era muy juguetona. Ahí entendieron que esta familia me había tirado otra vez a la calle.
   
       Sé que pusieron mi foto en internet pero no me encontraron un nuevo hogar, así que la humana me adoptó. Como hermana de Tobías Hermenegildo, me bautizó Emérita Escolapia Yriarte Perreyra Hiraola Rapán, pero para mis fans soy "Pinina".
     Con el tiempo, la humana entendió por qué la otra familia no me había querido (aunque sigue sin entender por qué me tiraron de vuelta a la calle en vez de llamar a Cynthia). Muchas veces me dice "Pinineitor". No hay maceta, planta, madera ni plástico que se me resista. Desde que estoy en la casa, rompí dos baldes, la cama original de Tobi, seis macetas con sus plantas, el tacho de comida de Tobi e innumerables palos y maderas. Me traigo las hojas de palmera desde el fondo del jardín al patio y las desarmo en tiritas sin fin. También me robé carbón que encontré en una bolsa y desparramé otra de arena que la humana necesitaba para construir no sé qué cosa. ¡Fue muy gracioso! Y cuando entro a la casa, me como la comida de los gatos y desparramo los papeles que puedo antes de que me saquen. ¡Soy una pilla bárbara, jajaja!

     Creo que tengo suerte de que esta humana no le pegue a los animales. Rezonga, se enoja, nos reta... pero no nos pega. Eso hace que sea tan divertido vivir con ella.



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domingo, 19 de octubre de 2014

¡Feliz día a todas las mamás humanas!




Feliz día a las cuidadoras, 

a las dadoras de cariño,

 a las ponedoras de límites, 

a las que se levantan temprano 

y se acuestan tarde para cuidar a otro, 

sea su hijo o no, sea humano o no... 


Porque todas tienen alma de madres, 

y eso es lo que importa


¡MUCHAS FELICIDADES!



Como ven en la película, el trabajo de una madre nunca termina





¡Feliz día a todas las mamás humanas!




Feliz día a las cuidadoras, 

a las dadoras de cariño,

 a las ponedoras de límites, 

a las que se levantan temprano 

y se acuestan tarde para cuidar a otro, 

sea su hijo o no, sea humano o no... 


Porque todas tienen alma de madres, 

y eso es lo que importa


¡MUCHAS FELICIDADES!



Como ven en la película, el trabajo de una madre nunca termina





lunes, 13 de octubre de 2014

Como conocí a mi humana - Hoy: Kitty


Bueno, por dónde empezar... 
Mi humana y yo estamos conectadas. Es así de simple. No importa cuántos mocosos o perros se quieran meter en el medio, ella se resfría y yo estornudo. De verdad.

Nos conocimos una noche de noviembre, hace casi siete años (por eso mis registros tienen fecha 06.11.17, seis años, once meses, diecisiete días que nos conocemos). Ella volvía de un cumpleaños y escuchó maullar "un gatito" en su cocina. Pensó que le habían tirado uno en su jardín, pero salió y no encontró nada. 

Enfrente, un vecino corría con un trapo blanco por su propio jardín a oscuras. Mi humana cruzó y, sin sorprenderse, se enteró de que "había un gato" en la casa del vecino. Ella le dijo que se lo diera, que se lo llevaba.
Encontrar un gato negro que quiere esconderse en un jardín a oscuras no es fácil, pero finalmente me agarraron y mi humana me bautizó Kitty Star. Dijo que, como Susana o Marilyn, yo era una estrella y no necesitaba tantos apellidos como su perro. 

No estaba en sus planes tener un gato, así que no tenía bandeja de piedritas ni comida adecuada, me dio un poco de carne picada y me armó una bandejita de tierra que usé como una reina educada que soy. Entonces tenía unos tres meses y fue amor a primera vista

 KITTY - Noviembre de 2007

Esa misma noche conocí al perro que ya vivía en el patio y, luego de algunas rispideces, nos llevamos bien. Y por supuesto, esa misma noche dormí con ella en la cama.
Al día siguiente me compró una caja con piedritas, un platito para comer y otro para el agua, ese fin de semana me llevó a vacunar y yastá. Me instalé permanentemente.

Cuando me agarró mi primer ataque sexy me llevó a operar, pero no hice el escándalo de esa colorada, me porté como una dama. Estar operada me permitía salir a recorrer los techos, me encantaba subirme y defender mi territorio contra los otros gatos del barrio... ¡Ah, qué locuras de juventud! Hoy apenas salgo al patio a tomar sol y me subo al arbolito como para despuntar el vicio.

Estuvimos tranquilas varios años, sin un si ni un no ni un miau de más... Y de repente la ingrata decidió que una gata no era suficiente y empezó a meter felinos a la casa.
A MI casa. ¡Pssssss! ¡Habrase visto! ¡Adios vejez tranquila!
Estos mocosos no saben con quien se meten, la experiencia vale más que la tontera juvenil.



miércoles, 8 de octubre de 2014

Cómo conocí a mi humana - Hoy: Tobi

La señora Kitty dice que ella fue la primera en llegar, pero no es cierto. El primero fui yo.

No tuve una infancia feliz. Nacimos en la calle mis hermanitos y yo, y mi madre nos crió como pudo. (Suena  melodía triste de violines). Siempre fui un perro pacífico, no me gusta pelear pero aún así, o quizás por eso, algunos humanos se ensañaron conmigo y me pegaron mucho. Huyendo de ellos, me atropelló una caja con ruedas y me lastimó la pata delantera izquierda, que nunca volvió a ser la misma.
Aprendì a desconfiar de los humanos, todos los que habìa conocido eran criaturas temibles.

Pero cuando estaba lastimado me encontraron unas chicas que eran la excepción a esa regla. Lejos de pegarme, me dieron agua y comida, me bañaron y me cuidaron hasta que pude volver a apoyar mi pata nuevamente. Me dieron una casa. Ahora era un habitante del Refugio Palomar. A veces venía un humano y se llevaba a alguno de los perros, pero a mí nunca me elegían. Miraban mi pata torcida, sacudían la cabeza y pasaban de largo.

Hasta que un día las chicas me bañaron, me pusieron un collar y me metieron en una caja con ruedas. Viajamos mucho, mucho. Yo estaba nervioso... ¿A dónde íbamos? Me bajaron en una casa. Saliò una humana pero cuando me quiso acariciar yo me escapé para adentro y me escondí detrás de un sillón... Las chicas se fueron y me quedé con esta humana nueva que no parecía agresiva, pero uno nunca sabe.

Ella intentó acercarse, pero yo no salí de mi escondite hasta que se fue a dormir. Ahí salí, comí y marquè toda la casa para que, si venía otro perro, supiera que yo había llegado primero. Cuando la humana se levantó y se dio cuenta, agarró un palo. Pensè que me iba a pegar y salí corriendo, pero puso un trapo en la punta del palo y lo pasó por todas mis marcas, borrándolas. Yo la miraba fastidiado desde lejos... ¡Iba a tener que marcar todo de nuevo!
Luego de unos días de marcar y borrar, ella me preparó una cama en el lavadero, pero a mì no me gustan las telas y la hice tiritas. Entonces me preparó otra de madera, que todavía tengo. Pasados dos meses aprendì a confiar en ella y lloraba cuando se iba. Hoy ya no lloro y nos queremos mucho, hace siete años humanos que estamos juntos... ¡Pero todavía no me deja entrar a la cocina!




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lunes, 6 de octubre de 2014

Hospital veterinario - Kitty



Registro de la Capitana - Fecha Gatuna 06.11.03

¡Cof! ¡Cof! Nadie se preocupa de una gata vieja... ¡Cof! Claro, con los jóvenes enclenques tan enfermitos ellos... ¡Cof!

El casi-gato y su ojo... como si un cachetazo fuera taaaaaaaaaaaaaaaan terrible... puro espamento... ¡Cof! Jamás en todas mis vidas vi tanto escándalo. Un verdadero gato se la hubiera aguantado y si se caía el ojo, que se caiga, que para eso tiene dos. "Ay, puede perder el ojo"... Estos humanos no saben reconocer el toque de una profesional del arañazo.

Pero este bicho, que no califica como gato, enseguida fue a mostrar su ojo llorón a mi humana y claro, la otra ingenua cayó en la trampa de la lástima... Otra vez. Todos los días, mimos y caricias... CUATRO veces por día, mimos y caricias. Una fortuna lleva gastada en médicos y remedios para salvarle el ojo a ese... Ese...Ése.

Y la otra colorada, haciendo alharaca como una gallina que puso un huevo... ¡Ay, me operaron! ¡Ay, me operaron! A mí también me operaron hace muchos años, cuando era una jovenzuela... Y no lo publiqué por el barrio, me la aguanté como una dama.¡Cof! (con la indignación me olvidé de toser)

Y yo, la primera en llegar, la dueña indiscutida de la casa, ¡Cof! A mì todos me ignoran. Desde que estos mocosos invadieron mi territorio, mi propiedad, mi humana... Desde que todo esto empezó, yo tengo caspa. ¡Caspa! Unas escamas blancas invaden mi pelaje azabache, que solía brillar negro inmaculado y ahora... ¡Ahora tengo caspa y a nadie le importa!

¡Ni se les ocurre traer al doctor a ver qué tengo! A mí no me van a meter en ese bolso con ventanas como a un gato cualquiera, soy una gata con clase. ¡Que intente la humana meterme en ese bolso! Va a ver lo que es bueno. 

A mí me traen el médico a casa o no me muevo.
Pero claaaaaaaaaaaaaaaro, toda la plata y toda la atención van para ese casi gato malcriado. 

Tendría que haberle sacado el ojo entero, así quedaba el problema solucionado.No tendría que ser tan misericordiosa ¡Cof, cof! ¡Tengo caspa y tos! ¡Cof, cof!

Capitana Kitty Star, Comando de expulsión del casi-gato







jueves, 2 de octubre de 2014

Hospital veterinario - Balou (2)



Diaguio de la Guesistans - Dia 70



Este no es el mismo LPG de la otga vez. Este hombgue viste de vegde, no blanco. Deja la habitación oscuga y me miga el ojo heguido con una luz muy bguillante. Habla muy seguio. Me saca fotos. Dice que me va a dag otga medicación. Que hay un 60% de pgobabilidades de que se pueda salvag la opegación. ¿Opegación? ¡A mi no me van a sacag mi sexycidad como a Pili! ¡Soy un gato con diseño fgancés! ¡Mi glamoug es mi gatunalidad! ¡Me guesisto! ¡Me guesisto pgofundamente!

Nos vamos. La Pgotectoga paga en un negocio, luego en otgo, luego en un tegcego. Paguece que la nueva medicación es difícil de conseguig. Pog fin, en el cuagto, tienen lo que buscamos. Un momento... ¡DOS CAJAS! ¿Cómo dos cajas? ¿Me van a poner dos pomadas en lugag de una? ¡Pego qué se cgueen! ¡Inaudito! ¡Intolegable!

Son una gota y una pasta tganspaguente llamada "gel". ¿Podgué quejagme a Amnesty International? ¡Esto es togtuga!





Diaguio de la Guesistans - Dia 77



Fuimos al LPG nuevo. No está el hombgue, hay una chica. Lo mismo... todo oscugo, me miga el ojo con una luz. Dice que estoy mucho mejog. Me sacan más fotos. Que siga con los guemedios, cuatgo veces pog día. Aunque debo gueconoceg que el ojo me duele menos y que veo un poco mejog, debo pgotesgag pog pguincipios. ¡Amnesty! ¡Defensog de los deguechos animales! ¡Alguien tiene que escuchagme!




Diaguio de la Guesistans - Dia 85


¡No me van a opegag! ¡El hombgue de vegde lo dijo! ¡Y ahoga los guemedios son dos veces pog día, no cuatgo! ¡Ggacias, Bastet! ¡Ggacias Amnesty! ¡Yo sabía que mis güegos no caían en saco ggoto!

Balou, Lideg de la Guesistans Gatunil


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