Tarde de sábado. El sol de otoño entibia las hojas de las plantas del jardín.
-¡Mamá humana, queremos salir!
-Abgue la puegta, Pgotectoga, quiego ig al sol.
-¡Mamá humana!
-¡Pgotectoga, la puegta, sivuplè!
Kitty no dice nada. Se sienta junto a la puerta y mira a Greis fijamente.
-¡Vamos, humana, no tenemos todo el día!
Greis termina de ponerles comida y cambiar el agua de los gatos y los deja salir.
Kitty comienza a tomar sus baños de tierra, Pili corre entre las plantas y Balou se sube a la maceta del jazmín. Los pájaros cotorrean espantados desde las ramas de los árboles y Pili los mira enojada.
-Pajarracos, no me tienten. Soy una gran guerrera y si no salgo a cazarlos es porque la Mamá Humana no quiere que me suba a los árboles. ¡No me tienten!
-No te molestes tanto, Pili, vivig y dejag vivig, somos libgues y bohemios
-¡JA! Ahora le dicen "bohemio". ¡Casi gato perezoso!
-¡Migue quién habla! ¡La gueina de las bgujas en la cama del peggo mafioso!
-Hasta usted es capaz de reconocer que soy una reina, casi gato apestoso.
Mientras los gatos conversan, Greis se dedica a la jardinería. Poda, riega, arranca hojas secas... Luego de un rato, aparece un amigo en la puerta.
-Buona tarde, Patrona. ¿Me abrisono la porta? Veo una gata en la mia cama, questo non e buono.
-Negro, ahora no. Los gatos necesitan tomar un poco de sol, más tarde te abro.
-¡Tomá, perro! ¡En tu cara!
-¡Jajajaja! Nosotros tomamos sol, perro horrible...
-Mosieug Peggo Mafioso, no cgueo que sea tanto sacguificio espegag un ggato hasta que se vaya el sol. La Pgotectoga no lo va a dejag dogmig afuega.
-¡Gatti malcriado! Ya van a vere. Patrona, Patrona, abrime.
-En un ratito, Negro.
Don Negrone espera un rato y al ver que la puerta no se abre, se va. Greis termina con las tareas en el jardìn y entra, dejando la puerta entreabierta para que los gatos puedan entrar cuando quieran. De repente escucha ladrar al perro en la calle, una bocina y un aullido. Sale corriendo. En la puerta de calle, el Negro está apoyado en tres patas, la delantera derecha doblada en el aire.
-¡Ay, Negro! ¿Qué pasó? Adentro gatos, vamos, vamos, adentro gatitos, vamos.
Los gatos entran y Greis deja pasar a Don Negrone.
-Una caja con ruedas, Patrona. Era grandota grandototota. Me ha pisato la patita. ¡Ay, Ay!
-Dejame ver, parece que estás golpeado nomás. Para mañana vas a estar bien.
-Tante gratzie por decarme entrare, Patrona, en la mia cama me voy a mecorare pronto.
Greis entra, tiene más cosas que hacer.
-¡Puf! Tengo que rivolcarme bien rivolcato aquí. Questa cama apesta a gato que quiere tomare sole, jejeje.
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Cuídese la patita, don Negrone!
ResponderEliminarEl colorado anónimo (el de siempre no, otro)
La patita ya stano bene. Diríano que stuvo bene a los diechi minutti de que la Patrona abrió la porta. Tante grazie per il suo interese, amico colorado.
EliminarCuídese de las cajas con ruedas, Don Negrone, que van como locas y no miran por dónde.
ResponderEliminar¡Sono terribile la' cajas con ruedas! Le voy a decire a Pinina para que lo discutano en el prossimo programa
EliminarAmigos gatos y... casi amigos perros!! Que tengamos un feliz Día del Animal!!
ResponderEliminarQue sus humanos les den atún a los gatos y buenos huesos con carne a los perros, además de doble ración de mimos!! Señora Pupy
Gracias Señora Pupy, el staff acaba de publicar un saludo conjunto para toda la comunidad zoológica.
ResponderEliminar¡Que tenga usted un muy feliz día!
¡Oh, muchas gracias! PRRRRRRRRRRRRRRRR... Señora Pupy
Eliminarme gusta lo de Negrone
ResponderEliminar¡Hola Signora Raquele, benvenuta! E' si, lo perro italiano sono molto elegante, tutto il mondo nos ama (meno ciertos gatti malcriados)
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