lunes, 29 de junio de 2015

Fiesta




Viernes
- Hace una semana que la mamá humana cocina y cocina... 
- Sí, yo le pguegunté vaguias veces si estaba haciendo algo gguico paga mí pego no me dio nada. No sé paga qué cocina tanto.
- Es mala señal.
- ¿Por qué, Capitana?
- Porque cuando cocina tanto quiere decir que la casa se va a llenar de humanos. ¡Y algunos vienen con sus cachorros!
- ¡Ay, no! ¡Los cachoggos humanos son lo peog! Cogguen atgás del pobgue gato diciendo "quiego acaguiciaglo" y la Pgotectoga no tiene mejog idea que levantag al pobgue gato en sus bgazos paga que los pequeños salvajes pasen sus manos pguingosas pog el lomo. ¡Después estoy toda la noche lavándome!
- Es culpa suya, por hacerse el amigable. Conmigo saben que no tienen chance y mi humana ni siquiera lo intenta.
- Yo no "me hago" el amigable. ¡SOY amigable! Tolegag a los cachoggos humanos es una muestga de buena voluntad gatuna.
- Mse... mejor deje de adornar la casa con sus "obras de arte" si quiere mostrar buena voluntad.
- ¡Qué sabgá usted de agte, vieja bguja!
- ¿Y qué podemos hacer para que los humanos no nos invadan la casa?
- ¡Nada! Ella ya estuvo cocinando, seguro que los espera dentro de pocos dìas.
- ¡Ufa!

Sábado:
- ¡Tobi, Pinina, vengan a comer!
- ¡Qué bien! ¡Tengo hambre!
- Yo también, pero la comida huele raro... MMMMMMM... no me gusta.
- Coman perritos. Y ahora se quedan acà un rato, van a estar tranquilos.
- ¡No, no quiero estar encerrada! ¡Ama Humana, dejame salir!
- ¡Yo sabía! Cuando nos da esa comida con olor raro, después nos encierra acá. Estan por venir muchos humanos.
- ¡Yo quiero estar con los humanos! Yo quierozzzzzzzzzzzzzzzz...
- Yo no quiero estar con los humanos, prefiero quedarme aquí con esos perros rosados que bailan en la pared.

En la calle:
- Negro, Chiqui, vengan a comer.
- E molto temprano, patrona, pero tengo hambre, dame nomás.
- No quiero entrar...
- ¡Chiqui, vení a comer, despuès no te doy más bolilla en toda la noche!
- Bueno, bueno, ya voy.
- Eso, coman así están tranquilos cuando venga la gente.
- Qué olore raro tiene la comida, ¿no, Chiqui? 
- Sí, Don Negrone, el gusto también es raro. ¿Por qué será?
- Non so, Chiqui, pero tengo uno sueño terribile. Tengo la pata blandita, como si fuerano de acqua. Mecore me acuestano.
- Si... yo tambieeeeeeeeeen teeeeeeeengo suuuuuuuuuueeeeeeeeeñooooooo...

En la casa:
Greis toma a Balou y a Pili y los encierra en el estudio, con una caja de piedritas, una taza con comida y una con agua.
- ¡No, Mama Humana! ¡No quiero estar acá! Si los humanos dejan la puerta de la cocina abierta, puedo ir a pasear por el patio y el jardin, y a lo mejor me puedo subir al techo también, ¡dejame salir!
- ¡PGO-TEC-TO-GA! ¡ME NIEGO GGO-TUN-DA-MEN-TE A QUEDAG ENCEGGADO AQUI MIENTGAS LOS HUMANOS TOMAN POSESION DE LA MAISON! ¿Escuchaste, Pgotectoga? ¡ME NIEGO GGOTUNDAMENTE!
- Yo me voy a mi cama, Humana, cuando tus amigos dejen de molestar, salgo.
- Encima deja UNA caja de piedritas y UNA taza con comida y UNA taza con agua. ¡Acá hay DOS gatos, Mamá Humana! ¡Hasta yo se contar hasta dos! ¡Y hasta tres y hasta cuatro!

A medida que llegan los invitados, la historia se repite:
Atajar a Don Negrone, que, con piernas de gelatina y todo, les quiere saltar encima.
Atajar a los niños para que no dejen abierta la puerta del estudio
Entrar al estudio y presentar a Balou y a Pili a los que no los conocen. Balou se resiste un poco pero apenas lo acarician y toma confianza, empieza a ronronear. Pili se esconde pero cuando Balou ronronea viene a frotarse en las piernas de los amigos de su Mamà Humana.
Cuando ya llegaron todos, cada uno se acomoda en su cama y duerme hasta que los invitados se retiran, donde la misma pelìcula se pasa al revès:
Despedida de los gatos.
Atajar a los niños para que no dejen la puerta abierta.
Atajar a Don Negrone para que no se coma a los invitados que se van. Esto requiere del siguiente proceso:
  • a) Saludar a la gente dentro de la casa.
  • b) Abrir la puerta de reja
  • c) Atajar a Don Negrone
  • d) Avisar a la gente que puede salir
  • e) La gente sale y cierra la puerta de reja
  • f) Greis suelta a Don Negrone una vez que los invitados salieron de su rango de visión.

- ¡PFFFFFFFFT! No sé qué gracia le encuentra la humana a llenar la casa de gente humana que hace cosas de humanos. ¡Con lo bien que estamos solos!






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6 comentarios:

  1. Uf..me la perdí :(
    De todas formas no olviden que yo animo fiestas infantiles, me avisan y yo voy.
    Abrazo. Nakamura-online

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    1. Amigo Nakamuga, si usted quiegue ocupagse de los cachoggos humanos, es muy bienvenido.

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    2. ¡Sí hermano! ¡Hagamos fiestas para los cachorros! Nos ponemos una nariz roja y nos pintamos la cara y saltamos así: UIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

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  2. Yo soy muy amigable con los humanos... cuando se quedan del otro lado de la reja, pero si entran en MI casa, ya no me gustan tanto, y si traen cachorros, que enseguida quieren agarrarme, menos, pero como no quiero hacer quedar mal a mi Mamá Humana, las pocas veces que entran otros humanos a mi casita, desaparezco con mucha discreciòn y ni siquiera se dan cuenta...

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  3. Me olvidé de firmar mi mensaje. Soy la Señora Pupy, por supuesto!

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    1. Yo hago lo mismo, señora Pupy. Pero los mocosos suelen escaparse y la humana teme que queden en el jardín o en el techo y no sepan volver, por eso los encierra en el vestíbulo.
      Claro, ahí quedan a merced de los cachorros humanos que los quieren acariciar, pero parece que no les molesta tanto.
      Gustos son gustos, qué va´cer. Yo prefiero que me dejen tranquila.
      Capitana Kitty Star

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