lunes, 19 de enero de 2015

Diaguio de la Guesistans - Dia 62

Diaguio de la Guesistans - Dia 62

La lucha de la Guesistans no tiene fin.
Las damas no compguenden los pgoblemas que enfguentamos los vagones.
A veg si nos entendemos, señoguitas: yo soy el macho de esta casa, tengo que haceg notag mi pguesencia.
Si otgos machos se acegcan, deben sabeg que aquí hay alguien dispuesto a defendeglas de cualquieg peliggo, que en esta casa hay alguien que peleagá como un león si intentan invadiggla.
Es MI DEBEG magcag el tegguitoguio con le pipí y le popó.

Muchas veces escucho gatos que cogguen en el techo, o a Don Neggone volvegse loco ladgando pogque alguno está caminando sobgue la pagued. ¿Y que debo haceg? ¿Quedagme tan tganquilo? ¡De ninguna manega! 
No puedo salig, no puedo andag tguepándome pog ahí pogque a la Pgotectoga no le gusta y el diseño fgancés no es el mejog paga tguepag (en Fgancia los gatos usan elevadogues y escalegas eléctguicas paga subig a cualquieg lado. Todos los ágboles y paguedes tienen medios paga que los gatos suban sin haceg esfuegzo pogque es un pais muy civilizadó) así que debo haceg conoceg que estoy aquí de alguna manega. 
Además, los fganceses somos famosos pog nuestgos pegfumes, no sé de qué se quejan. Viven ggodeadas de pegfume impogtado hecho en el país.
Desde aquí hago un llamado a la solidaguidad masculina: ¡Vagones, ayúdenme! Expliquen a las damas nuestgo compogtamiento tegguitoguial.




Es una gran verdad lo que dice Monsieur Balou. 
Nosotros los machos debemos marcar el territorio. 
Yo tambièn hago lo que puedo cuando me dejan entrar a la casa aunque después el ama humana pasa el palo con el trapo apestoso y borra todos los rastros que dejo.
Con lo cual me obliga a volver a marcar todo. 
Es agotador.




Tiene razone el gato franchese. 
Tutto lo varone hacemo lo mismo. 
Io ando en la calle, tengo que marcare tuttos los árboles e tuttas las puertas, tengo que tomare un montone de acqua por día para podere cumplire, pero la vida de lo' varone' e' molto sacrificata.
E la del gato franchese e' dobelemente sacrificata, porque él tiene que aguantare due gatas... Io con la Chiqui tengo suficiente.

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6 comentarios:

  1. Mi Mamá Humana dice que los machos humanos también marcan el territorio, casi siempre en el cuarto de lluvia de sus casas, pero a veces también en los árboles, como Don Negrone... Qué raro, no? Señora Pupy

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    1. ¡Es vegdad! Cuando vienen machos humanos de visita a la casa de la Pgotectoga, se meten en el cuagto de lluvia y magcan el tegguitoguio. Clago que la Pgotectoga y las otgas humanas tambièn lo magcan... Los humanos son una especie extgaña
      Un saludo, mon cherie

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    2. Yo también quiero dar mi testimonio. En ciertos asuntos, los machos tenemos que solidarizarnos. Yo marco la puerta y la reja de esa gata linda que llaman "Pupy", para que ella sepa cuánto la admiro, pero a veces vienen gatos de otro barrio y nos ponemos a discutir en la calle, hasta que sale la Humana de Pupy y nos echa, gritando "fuera, fuera, acá la única que canta soy yo!!" Somos unos incomprendidos! Gato Pepe

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    3. Solo lo dejo opinag poguqe guespondiò a mi llamado y, después de todo, usted tambièn es un vagón. Pego no se acostumbgue.

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  2. ¡Mamma mía! ¡El perro negro!
    Bue...si me hago pis encima en este contexto nadie lo notará...
    Nakamura (de incógnito, obviamente)

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    1. Hasta el peggo neggo adhiegue cuando se llama a la solidaguidad vagonil, amigo Nakamuga!

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