miércoles, 8 de octubre de 2014

Cómo conocí a mi humana - Hoy: Tobi

La señora Kitty dice que ella fue la primera en llegar, pero no es cierto. El primero fui yo.

No tuve una infancia feliz. Nacimos en la calle mis hermanitos y yo, y mi madre nos crió como pudo. (Suena  melodía triste de violines). Siempre fui un perro pacífico, no me gusta pelear pero aún así, o quizás por eso, algunos humanos se ensañaron conmigo y me pegaron mucho. Huyendo de ellos, me atropelló una caja con ruedas y me lastimó la pata delantera izquierda, que nunca volvió a ser la misma.
Aprendì a desconfiar de los humanos, todos los que habìa conocido eran criaturas temibles.

Pero cuando estaba lastimado me encontraron unas chicas que eran la excepción a esa regla. Lejos de pegarme, me dieron agua y comida, me bañaron y me cuidaron hasta que pude volver a apoyar mi pata nuevamente. Me dieron una casa. Ahora era un habitante del Refugio Palomar. A veces venía un humano y se llevaba a alguno de los perros, pero a mí nunca me elegían. Miraban mi pata torcida, sacudían la cabeza y pasaban de largo.

Hasta que un día las chicas me bañaron, me pusieron un collar y me metieron en una caja con ruedas. Viajamos mucho, mucho. Yo estaba nervioso... ¿A dónde íbamos? Me bajaron en una casa. Saliò una humana pero cuando me quiso acariciar yo me escapé para adentro y me escondí detrás de un sillón... Las chicas se fueron y me quedé con esta humana nueva que no parecía agresiva, pero uno nunca sabe.

Ella intentó acercarse, pero yo no salí de mi escondite hasta que se fue a dormir. Ahí salí, comí y marquè toda la casa para que, si venía otro perro, supiera que yo había llegado primero. Cuando la humana se levantó y se dio cuenta, agarró un palo. Pensè que me iba a pegar y salí corriendo, pero puso un trapo en la punta del palo y lo pasó por todas mis marcas, borrándolas. Yo la miraba fastidiado desde lejos... ¡Iba a tener que marcar todo de nuevo!
Luego de unos días de marcar y borrar, ella me preparó una cama en el lavadero, pero a mì no me gustan las telas y la hice tiritas. Entonces me preparó otra de madera, que todavía tengo. Pasados dos meses aprendì a confiar en ella y lloraba cuando se iba. Hoy ya no lloro y nos queremos mucho, hace siete años humanos que estamos juntos... ¡Pero todavía no me deja entrar a la cocina!




ENTRADA SIGUIENTE: http://gatosenconflicto.blogspot.com.ar/2014/10/como-conoci-mi-humana-hoy-kitty.html

10 comentarios:

  1. Tobbi, o te tengo que decir Tobías Hermenegildo etc...( muchos apellidos honorables!): sos un tierno!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Anónimo amigo, me hace sonrojar... De tanto mirar los libros de mi ama humana adquirí mucho conocimiento y sabiduría, además de ser el de más edad de la casa. Todo eso me dio respetabilidad y el título de "Honorable" porque mis juicios son siempre justos. Por eso la ama humana decidió que su perro no podía llamarse simplemente "Tobi" y me re-bautizó como "Tobías Hermenegildo Yriarte Perreyra Hiraola Rapan" y, personalmente, creo que el nombre me calza a la perfección.
      ¡Hasta la próxima!

      Eliminar
  2. Tobbi,te comprendo .Yo también fui la primera en llegar hasta que esa Olivia llegó a mi vida y nada fue lo mismo .A mí me dejan estar en cualquier parte de la casa y duermo con mi mamá humana en su cama La insoportable Olivia me roba mi pelota y se sienta en mi sillón Aprendí a vivir así pero no me resigno Soy una perrita honorable !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Perrita Honorable! ¡Bienvenida! Yo me llevo bastante bien con la señora Kitty porque ella está dentro y yo en mis aposentos del lavadero, es raro que nos encontremos salvo cuando decide salir al patio y entonces se sube enseguida al árbol y no podemos jugar. (Entre nosotros, no es el tipo de gato con el que se pueda jugar mucho). Creo que el hecho de marcar territorio y hacer tiritas cualquier trapo que se me cruza hizo que la ama humana decidiera que era mejor no dejarme entrar a la casa, pero estoy comodísimo en mi lavadero.
      ¡Bienvenida nuevamente, bella dama anónima!

      Eliminar
  3. Lo saludo a la distancia, Don Tobi. Mire que a mí los perros me asustan, pero usted tiene todo mi respeto.
    Hiro Nakamura

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias don Hiro! A mí los gatos me caen bastante simpáticos, cuando están arriba de los árboles sobre todo. Pinina no opina lo mismo, qué va'cer

      Eliminar
    2. Tobías, a Ud. le ha tocado la mejor de las humanas!!!
      Yo también suelo marcar territorio y mi humana también agarra ese palo con trapo en la punta y le pone un líquido de olor fuerte que hace burbujas al mezclarse con el pis. Grita como una poseída y me amenaza con regalarme o deportarme al patio para siempre. Pero después siempre se le pasa y termina dejándome dormir nuevamente en su cuarto (El secreto está en la cara-de-victima. Si quiere, después en privado le enseño...)
      Andy

      Eliminar
    3. ¡Buenas, don Andy! Mi humana también tiene un palo de esos con el líquido apestoso, pero sólo lo usa cuando marco territorio dentro de la casa. El patio y el jardín son míos y hago lo que quiero (bueno, mientras no le desentierre las plantas)... El cuarto de mi humana está lleno de gatos, en esa cama ya no queda espacio. Creo que prefiero quedarme en el lavadero. Igual, agradezco las clases de cara de víctima, uno nunca sabe cuándo puede necesitar un recurso de esos... le mando mensaje privado.

      Eliminar
  4. Buenas, don Honorable. Mire, a mí no me caen bien los perros, todo el mundo lo sabe, pero mi Humana, que es de esas que lloran cuando ve un caracol muerto y no me permite cazar ni una mísera mariposa, me dijo que no sea tan desagradable, que ya lo critiqué bastante con lo del veredicto por la cama y todo eso, así que ahora que usted contó su triste historia, quería decirle que lo detesto un poco menos, porque yo fui separada de mi mamá gata cuando era muy pequeñita y... y... bueno, ufa, no voy a llorar... no no no... Señora Pupy

    ResponderEliminar
  5. Agradezco su simpatía, estimada Señora Pupy. Como dije por ahí arriba, de tanto mirar los libros de la ama humana adquirí mucha sabiduría. A usted puede no gustarle el veredicto por la cama, pero le aseguro que fue la decisión más equitativa para todos. No me dicen "Honorable" por nada, Señora.
    Reciba usted un afectuoso saludo y otro para su Humana.

    ResponderEliminar